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Carolina

Reflexiones (sobre la maternidad especial)


En los últimos días he pasado más tiempo con Mariana del que acostumbro, ha estado con resfriado y mucha tos, pero come bien y esta animada, aún así no la he mandado al centro de terapias de rehabilitación, así que hemos compartido muchos juegos, comidas, abrazos, pechiches y recochas. En estos días he pensado mucho en los primeros años de Mariana, cuando descubrimos su condición, cuando empezamos las terapias, cuando vimos los primeros avances, y me di cuenta que me perdí de muchos momentos y muchas oportunidades por andar detrás de algo que nunca tuvo ni pies ni cabeza, la relación con mi ex pareja; no le di la importancia ni el tiempo que merecían mi hija y su recuperación, y no saben como me arrepiento por eso.

Por esta razón en los dos últimos años mi modo de actuar ha cambiado, empecé a investigar sobre el tema de la discapacidad, a buscar alternativas terapéuticas para la rehabilitación motriz y cognitiva de Mariana, a aprender sobre las consecuencias y el tratamiento que se le debe dar a la parálisis cerebral y a la epilepsia, me he dedicado a conocer más a fondo a mi hija, a demostrarle que sí tiene una mamá que va mas allá de comprar los pañales y la leche, de vestirle, alimentarle y ponerle a dormir, quiero que ella vea y sienta que su mami la adora y que haría lo que fuera por verla 100 % recuperada, que sepa que su mamá soy yo y no su abuela con la que pasó tanto tiempo, que me prefiera a mi y no a ella.

Siento que perdí un tiempo muy valioso, me duele admitirlo (es la primera vez que lo hago), y ese tiempo que perdí quiero recuperarlo ahora a como de lugar. Por eso cuando me dicen “Te admiro”, “No se como haces para trabajar y cuidar a la niña”, “Eres una berraca por sacar tu hija adelante”, “Eres una dura, cuidas todas las enfermedades y convulsiones que le dan a tu hija”, etc… me siento tan culpable… y lo peor es que no siempre fue la buena madre que soy hoy en día. Lo que hago por mi hija es con todo el amor del mundo, es mi deber como madre, no es un castigo, ni un karma, es la vida que Dios me dio y debo aceptarla y vivirla con todo el amor del mundo, Mariana es una lección de vida, de amor, de fortaleza, no una carga como muchos piensan.

Nunca es tarde para cambiar, para reconocer los errores ni enmendar nuestras fallas, aquí estoy como todos los días de mi vida, al lado de la Princesa Mariana, cuidando su sueño, tranquila por que comió su comida, tomó sus medicinas y le fue bien en sus terapias. Felices y tranquilas por que ésta vida es para las dos, subimos los escalones paso a paso, lentamente, nos apoyamos la una en la otra, con fe en Dios y el amor de nuestra familia y amigos llegará el día en que la vea correr por la casa detrás de Harry Potter (el perro) y la vea recibir un diploma en el colegio por que será la mejor alumna, lo sé, así será, mi corazón de madre me lo dice…

(PD: Mariana…Cuando estés grande y leas este post te pido me perdones por no abrir los ojos a tiempo, por no darte lo que merecías… aquí estoy y aquí estaré siempre para tí)

♥ Te amo Mariana Sofía, eres mi vida, mi luz, mi fuerza…. todo por ti, todo para ti!

Por siempre y para siempre! Juntas hasta la eternidad! ♥

* Publicado por Carolina (más reflexiones, experiencias y aventuras de Carolina y Mariana en El Mundo de Nana Banana)

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