Como papás de hijos con necesidades especiales sabemos de la trascendencia de llevarlos a terapia, de trabajar todos los días con ellos, en recuperar habilidades o desarrollar otras. El 100% de nuestra energía está ahí. Pero existen otras actividades, no estrictamente terapéuticas, que son igual de importantes para su desarrollo: jugar, socializar con otros niños, tomar decisiones propias, tener sentido de pertenencia.
El DEPORTE hace todo eso por nosotros. Al practicar un deporte aprenden nuevas habilidades, se esfuerzan hasta alcanzar cansancios insospechados, descubren nuevos gustos y nuevos retos. Forman parte de un equipo, que da lo mejor de sí en cada entrenamiento y tienen la incomparable satisfacción de competir. El deporte es medicina para el cuerpo y el alma, para chicos y grandes, para personas con discapacidad y para personas regulares. El deporte son metas, logros y éxitos personales. Nada más íntimo, personal y satisfactorio que hacer tu mejor tiempo en una carrera, ver el fruto de tu esfuerzo de meses o años y haber llegado en el lugar 4375.
La UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México) nos ofrece una gran posibilidad en este sentido con la Asociación de Deportes sobre Silla de Ruedas y Deporte Adaptado, la cual cuenta ya con campeones paralímpicos .
Alfredo Márquez es un estudiante de Ciencias de la Comunicación, que con el fin de realizar su tesis comenzó a seguir y fotografiar al equipo de deporte adaptado, para su sorpresa descubrió a un equipo coecionado, comprometido y entusiasta. En sus propias palabras dijo que a través de su lente, él no vio discapacidad, él vio atletas tenaces, entregados y felices. Hace unos días presentó su exposición fotográfica Lucha de Campeones: a la vista de todos.
Con mucho gusto nos compartió sus fotografías, así como una cordial invitación para que nuestros niños se integren a las actividades recreativas y deportivas en la UNAM.