Antes de iniciar esta lectura, me gustaría mencionarte que no estás sola o solo. Las mamás y papás estamos acostumbrados a tener miles de responsabilidades y sólo 24 horas para cumplirlas. Si bien, esto ya suena a una misión de película de acción, el tener un hijo con TEA puede aumentar la sensación de falta de tiempo, de energía o de control de la situación. A esto también hay que agregar el estrés debido a los cambios desencadenados por el coronavirus. La situación actual del mundo está llena de incertidumbre, lo cual repercute en nuestras emociones y percepciones.
Uno de los ejemplos más evidentes es la escuela desde casa. ¿Qué implica hacerse cargo de la educación a distancia? Como mamá, implica lidiar con nuestro propio trabajo, con los quehaceres del hogar, con las tareas y horarios de clase, y con la ansiedad e incertidumbre. A medida que las responsabilidades y obligaciones aumentan, más complejo se vuelve el proceso de organizarlas. Por esto, el tener una eficiente gestión de nuestro tiempo nos puede evitar estrés y devolver motivación para realizar dichas actividades. Pero ¿Cómo lograrlo? A continuación se explicará el proceso de planificación y sus características , así como algunas recomendaciones para lograrlo.
SER UN EQUIPO
Desde el fútbol hasta el trabajo en oficina, el hacer equipo con otras personas implica que cada jugador (o trabajador) tiene sus propias funciones. En este caso, nuestra familia es nuestro equipo. No sólo mamá y papá, los hijos, incluso los más pequeños, pueden formar parte activamente de este equipo, al asignarles pequeñas responsabilidades, delegar algunas tareas, y permitiendo que su opinión sea expresada y escuchada. El ser un equipo y repartir tareas evita que el trabajo se recargue en una sola persona y el resto mire, cuestión que suele suceder comúnmente. ¿Cómo sabemos qué actividades hacemos, cuáles nos faltan, cuáles podemos delegar o compartir, y cuáles podemos dejar de hacer? Reflexionando sobre cómo ocupamos nuestro tiempo nos permitirá pasar a la siguiente etapa: planificación.
PLANIFICACIÓN
Al analizar la actual distribución de tareas y deberes, podemos empezar a organizar los pendientes que necesitamos hacer y las actividades que queremos hacer. Se trata de elaborar nuestro plan de acción para conseguir resultados deseados al final del día.
“Si sabes exactamente a dónde vas, tendrás claro lo que quieres conseguir y cuándo.”
Planificar requiere tiempo. Es necesario tomar en cuenta las actividades que estamos realizando durante el día, aquellas que no logramos cumplir y aquellas que podemos dejar a un lado. Para esto, consideramos dos tipos de personas, aquellas que tienen un horario laboral bien establecido, y aquellas cuyo horario no es fijo. En el caso de los papás cuyo horario es fijo, es ideal organizar las horas de ocio para aprovecharlas al máximo en familia, permitiéndonos trabajar sin perder de vista a nuestra familia. En el segundo caso, aquellos quienes no tenemos un horario bien establecido, desarrollamos y utilizamos la herramienta de la anticipación. Para ambas situaciones, elegimos un momento, el domingo en la noche o unos minutos cada noche antes de dormir, para pensar en las actividades del siguiente día. Al mismo tiempo, este momento para reflexionar sobre nuestros pendientes nos brinda la oportunidad de desconectarnos del mundo digital unos minutos antes de dormir, procurando un descanso de mayor calidad. Este punto lo retomaremos más adelante.
Ahora, ¿Por qué esto nos resulta importante? ¿por qué me tomaría el tiempo para planear mi siguiente día?
“Cuando no sabes a dónde vas, te pasas todo el día corriendo”
El planificar nuestro día o semana, nos devuelve una sensación de control, nosotros estamos eligiendo de antemano en qué vamos a invertir nuestro tiempo, y también nos dota de motivación para empezar el día con un objetivo claro en la mente.
El siguiente esquema ilustra las etapas por las que pasamos para desarrollar un buen ejercicio de planificación:
Capturar significa identificar cada una de las tareas y actividades que hacemos y que debemos hacer para posteriormente escribirlas. Una vez apuntándolas, las clasificamos por ámbito o por importancia. Sólo después de lo anterior, podemos completar las actividades que nos acerquen a nuestros objetivos. Es usual ignorar las primeras dos etapas e irse directo a la última pero ¿Cómo podríamos centrarnos en lo que es importante, cuando no lo tenemos completamente claro?
Para ahondar más en las clasificaciones, dividiremos el tiempo familiar:
Ya hablamos sobre las categorías del tiempo familiar, ahora conoceremos las categorías del tiempo personal. Existen ocho ámbitos a los que una persona puede dedicar su tiempo:
PRIORIZAR
Para planificar es recomendable ordenar las actividades en estas categorías para poder descubrir su verdadera importancia. Hay que recordar que el organizarnos nos permite combatir al estrés, y como no nos es posible aumentarle horas al día, lo que nos queda es administrar mejor las horas que sí tenemos para evitar la sensación de falta de tiempo. Las frases como “no me da la vida para más” posiblemente venga de la sensación de no alcanzar los resultados esperados en cada uno de los ámbitos. Y ¿Cuáles son estos resultados? Nuestras metas.
El tiempo de cada día lo utilizamos para alcanzar estas metas, pero también lo dedicamos a tareas pequeñas. Para poner un ejemplo más visual imaginemos un recipiente que tenemos que llenar con piedras. Hay piedras grandes y pequeñas. Las grandes representan nuestros objetivos, y las pequeñas las tareas no tan importantes. Si pasamos el día llenando el recipiente con piedras pequeñas, al final no nos quedará tiempo, energía ni espacio para la piedra grande. En cambio, si empezamos con la piedra grande, sobrará espacio para las piedras pequeñas. Las prioridades definen el orden de importancia y, por lo tanto, las acciones a tomar.
URGENCIA VS IMPORTANCIA
Nuestras actividades entonces se pueden clasificar dependiendo de si son urgentes o importantes. Lo urgente es aquello que se debe de realizar sí o sí en ese momento. Lo importante se puede hacer a nuestro propio ritmo. La pregunta es qué tan urgentes son las cosas que solemos realizar, y que lugar le estamos dejando a lo verdaderamente importante. Es decir, durante el día podemos hacer tareas pequeñas urgentes (por ejemplo, atender al teléfono), pero ¿realmente nos acercan a nuestro objetivo? Reflexionar a donde dirigimos y ocupamos nuestro tiempo significa medirlo.
“Aquello que no se mide, no se puede mejorar”.
ESTRATEGIAS, TÉCNICAS Y RECOMENDACIONES
1. LA RUEDA DE LA VIDA
Dibujaremos un círculo dividido en ocho en donde escribiremos los ámbitos del tiempo personal. Aquí observaremos y mediremos el tiempo que le dedicamos a cada ámbito. Aunque no le dediquemos el mismo tiempo a cada uno, es importante tomar conciencia sobre las actividades que hacemos y a que categoría pertenecen, para saber a qué nos estamos dedicando más y si queremos cambiarlo. También podemos establecer un objetivo específico para cada categoría e identificar las acciones que nos acercan a éste.
Rueda de la Vida
2. LISTAS
Ya sea que hagamos una sola lista sobre las cosas pendientes a realizar cada día u 8 listas en donde escribamos las actividades de cada ámbito, lo importante es escribir todas las tareas, responsabilidades, actividades recreativas, pendientes, deberes, y cosas por hacer.
3. IMPORTANTE VS URGENTE
Aquí realizamos una lista para cada categoría y escribimos lo que consideremos importante y lo que sea urgente, tanto lo que ya hacemos como lo que queremos realizar. Posteriormente nos haremos las siguientes preguntas:
De lo urgente: ¿Qué pasaría si no hicieras alguna de las cosas escritas? Así empezaremos a medir la gravedad de lo urgente para poderlo aplazar de ser necesario
De lo importante: ¿Cómo va a afectar en tu vida esta actividad? Si lo podemos realizar durante el mes y no únicamente esta semana, podemos bajarle un poco la prioridad.
La intención es lograr enfocarnos en lo importante, disminuyendo al máximo lo urgente.
4. AGENDA
Ya sea en papel o en digital, lo importante de la agenda es tener un lugar en donde podamos anotar los deberes y pendientes que se nos vayan ocurriendo a lo largo del día. De esta manera, lograremos vaciar nuestra mente de las cosas que tenemos que hacer, para empezar a utilizarla completamente en la realización de estos. La memoria no es un gestor de tareas, la mente es ilimitada, y vaciarla nos permitirá trabajar de manera más eficiente.
5. AGRUPAR POR TAREAS SIMILARES
El cerebro necesita adaptarse al contexto de la actividad que vamos a realizar en ese momento. Trabajar por lotes de tarea que comparten ciertas características nos permitirá aprovechar nuestra atención al disminuir los cambios realizados a lo largo del día. Por ejemplo, a una persona que se dedica a filmar videos para publicarlos en redes sociales le será más sencillo grabar 3 videos en un mismo momento, que estar colocando los micrófonos, los focos, la base y la cámara varias veces en un solo día.
6. CÓMO TENER MÁS TIEMPO LIBRE
a. Ladrones de tiempo
Se trata de aquellas distracciones que no entran dentro de nuestras prioridades ni estaban contempladas en nuestro horario.
b. Aprender a decir NO
Se empieza reconociendo cuáles son los ladrones de tiempo que más nos afectan. Un ejemplo muy claro es la red social o los medios de comunicación inmediatos como WhatsApp. Es normal que estemos al tanto de estas notificaciones, pero tener que estar disponibles 24/7 de los mensajes que puedan, o no, llegar, no sólo desvía nuestra atención, también nos puede generar desgate de energía.
7. APRENDER A DELEGAR O COMPARTIR TRABAJO
No sirve de mucho tomarnos el tiempo de ordenar nuestras mil tareas y pendientes, si realmente no podremos con todas ellas. En ocasiones en verdad que no podemos hacerlo todo, y en estos casos es bueno recordar que podemos delegar algunas cuestiones a miembros de nuestro equipo, ya sean nuestros hijos o nuestra pareja.
8.DESCANSAR
Para poder rendir durante el día, es necesario lograr descansar por la noche. Y si bien cada persona necesita diferente cantidad de tiempo para descansar, algo que todos podemos aplicar es intentar dejar el celular 30 minutos antes de dormir. Como lo mencionaba anteriormente, podemos aprovechar este momento para planear el día de mañana, mientras nuestro cerebro deja de recibir señales provenientes del celular que nos impiden descansar de manera correcta. Otras opciones para descansar mejor son practicar meditación, yoga o relajación guiada antes de acostarnos.
9. CONOCERNOS
Reflexionar y cuestionarnos ¿en qué momentos del día somo más productivos, y en cuáles somos más propensos a las distracciones?, ¿Qué acciones he hecho antes que me han funcionado?, ¿hubo algún momento en el que no me haya costado trabajo organizarme?, ¿Cómo lo logramos, qué se nos facilitó y qué se nos dificultó?, ¿Qué técnicas usamos?, ¿Cómo las puedo replicar en diferentes ámbitos?
10. AGENDA GRUPAL
En algún rincón de la casa, visible para todos los miembros, podemos colocar una agenda familiar. El elaborar esta agenda puede representar una actividad grupal que nos ayude a estructurar el horario de toda la familia, que nos acerque más a los demás al conocer las actividades de los otros, e incluso, lo podemos volver una actividad semanal que involucre a todos los miembros, logrando compartir más tiempo juntos.
Después de las técnicas vistas, ¿Qué haremos? ¿Realmente nos dedicaremos a planear nuestro tiempo? Ya sea que la respuesta sea afirmativa o negativa, la intención final es encontrar la manera para distribuir el tiempo en tres: mis hijos, mi pareja y yo. Es indispensable encontrar la manera en la que podamos tener un espacio propio cada día, aunque no sea mucho tiempo. Puede ser el momento en el que se sale a hacer alguna compra o una caminata corta.
Otro punto que cabe destacar es que muy posiblemente no podamos repartir la atención equitativamente entre todos los miembros, pero sí podemos intentarlo. A continuación se mencionan algunos consejos para lograrlo:
Actividades en conjunto: mientras mamá le da de comer al bebé, el mayor puede leer un cuento al lado de mamá. Si tenemos hijos mayores, podemos dejar la limpieza del hogar para una vez a la semana e implicarlos, en lo que mamá lava la ropa, el mayor puede barrer y el menor lavar los trastes. También se puede buscar un deporte que a todos les guste y practicarlo en equipo.
Buscar pequeños momentos a solas con cada hijo: aunque sea una actividad pequeña, es importante y valiosa para tu hijo, y le enseña que mamá estará ahí para apoyarlo si lo necesita.
Permitirles tener tiempo a solas: el tiempo para el juego independiente es valioso, incluso el tiempo para aburrirse es importante también.
Cuidar nuestros comentarios: antes de explicar porque en ese momento no podemos atender a uno de nuestros hijos, pensar en si es la mejor manera de decírselo. No es lo mismo decirle “no puedo jugar contigo porque le estoy dando de comer a tu hermano” a “un poco más tarde podremos jugar”.
Es válido, liberador y valioso dejar de lado, por un momento, las obligaciones y ponernos a jugar con nuestros pequeños.
PARA FINALIZAR
Lo más importante es aceptar que vamos a fallar. La situación actual que estamos pasando nos hace vivir con presión y estrés constante debido a las responsabilidades de los diferentes roles que nos toca cumplir. Hay que considerar el tiempo de intimidad con la pareja, el horario y las responsabilidades laborales, la crianza de los hijos, el tiempo de autocuidado, el visitar a amigos o familiares, estar el pendiente del desempeño escolar, el continuo aprendizaje sobre nuestros hijos y sobre el autismo, y la incertidumbre por la situación actual de pandemia. No tenemos modelos que nos sirven de precedentes para orientarnos sobre cómo cumplir el rol que estamos cumpliendo.
¿Cómo ser una Mamá Maravilla bajo estas circunstancias? Aquella que siempre está lista e impecable. No es real, así que parte del desafío también es aceptar que este “nuevo juego” tiene reglas diferentes pero no cuenta con un instructivo que nos diga cómo ganar, porque cada jugador y jugadora deberá encontrar las herramientas que le permitan avanzar. Habrá que aprender a tolerar los intentos fallidos y disfrutar de los objetivos alcanzados. Del mismo modo, después de nuestros intentos por tener una buena planeación, posiblemente aparezca algún imprevisto en cierto momento, por lo que no hay que perder la paciencia ni la motivación cuando suceda, y aprender a afrontar estos imprevistos para regresar a nuestra planificación establecida.
*Por: Psic. Paola Fernanda Morales Núñez
Terapeuta de GAMA
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