top of page
  • Dany R.

El día que me di cuenta de tu potencial


Quiero platicarles un poquito para que puedan comprender la magnitud de mi alegría. Erick, mi hijo, es un niño diagnosticado con autismo y epilepsia refractaria, tiene 9 años, muchos gustos y aficiones, es amante de los viajes, los museos, y el arte contemporáneo, así mismo, es un niño hipersensible en muchos aspectos de su persona.

Por dicha hipersensibilidad, a mi hijo siempre le ha costado trabajo entender la vida cotidiana, le es muy difícil estar lejos de su entorno y de todo lo que le hace sentir seguro. Desde bebé siempre le he mantenido actividades fuera de casa, desde pequeños paseos alrededor de la casa que duraban 15 minutos hasta lograr ir a parques, al Gymboree, hacer natación, pintura, terapias, visitar museos y realizar viajes que hasta la fecha trato de que mantenga porque es un gran lazo emocional y forma parte de su participación social.

Él jamás fue al kínder, para mí lo más importante ha sido siempre cuidar de su salud emocional y física, él me demostraba que no estaba listo para experimentar esa separación de su entorno. ¡Claro que lo intenté! Lo llevé a instituciones especiales, pasamos por algunas escuelas que no estaban listas para recibir a un niño como el mío y también pasamos por una gran escuela que, aunque hicieron hasta lo imposible porque mi hijo se acoplara, él no pudo hacerlo, lo intentamos, pero no lo logramos.

En este punto mi hijo ya tenía 6 años cumplidos y como madre me cuestioné muchas cosas: ¿Qué estoy haciendo mal?, ¿Por qué no puedo lograr que él sea tan feliz fuera de su entorno como lo es dentro?, ¿Será que mi hijo no puede llevar lo que la sociedad dictamina como “una educación regular y normal”? Tenía un sinfín de preguntas sin respuesta a diario, veía que cada vez le costaba más y más trabajo estar unas horas en la escuela algunos días a la semana, me quedaba muy triste de dejarlo llorando tres horas, tomé la decisión de dejarlo sin escuela un año que se convirtieron en casi tres.

En éste periodo lo llevé a clases de natación, pintura, terapia de lenguaje, terapia sensorial, conocimos casi todos los parques de nuestra ciudad, conocimos muchos museos, fuimos a muchos conciertos de Jazz, le di escuela en casa, aproveché para llevarlo al cine a horas escolares y lo llevé de viaje hasta donde nuestro presupuesto y la salud nos permitió.

En este periodo aprendí que:

  • No es que tuviera un autismo severo, sino que necesita tiempos y espacios diferentes para poder desarrollar su potencial.

  • Cuando haces actividades y paseos en horas escolares es un gran tesoro porque en todos lados teníamos reservados el VIP.

  • Cada cosa que postergué en mi vida para darle el tiempo que necesitaba mi hijo valió la pena y ahora estoy recibiendo los frutos que sembré.

  • De los más importante que aprendí de mi hijo, es que me demostró que sí puede ser un niño feliz, tranquilo, con ganas de aprenderlo todo, que tiene una gran fuerza de voluntad para sobrellevar los tratamientos y darse la oportunidad de disfrutar cada día al máximo con lo que venga.

Ahora puedo presumir orgullosamente que mi hijo actualmente va a una escuela de educación especial cuatro horas diarias, entra solo, le sigue costando mucho trabajo aguantar todos los estímulos, pero la fuerza de voluntad y sus ganas por estar con otras personas le permite mantenerse, terminó medio ciclo escolar con mucho esfuerzo, disciplina y cansancio, vamos por el primer ciclo completo y estoy segura que será de muchos retos, pero lo más importante es que me ha demostrado que pudo hacerlo con todas sus dificultades adaptativas y que tiene un gran interés por seguir ¡cueste lo que cueste!, él tiene una gran necesidad de permanecer y sentirse parte de un grupo y ojalá podamos mantener ese interés.

Hoy en día me doy cuenta del gran potencial y capacidad que tiene mi hijo, que cada decisión que he tomado no ha sido en vano, que todo el tiempo que he pasado apoyándolo en su desarrollo cuenta para que ahora él pueda sentirse seguro por un rato ¡sólo!, está pasando por un proceso de mucho sentimiento, hasta cierto punto tiene depresión, pero creo que es porque se está dando cuenta que es una persona independiente de mí y que puede tener gustos propios y decisiones propias.

Este día que me doy cuenta de que mi hijo tiene un gran potencial y esa fuerza de voluntad que sólo a él lo distingue, no me queda más que darle todas las herramientas para que empiece a emprender su vuelo.

Con todo el cariño, admiración y agradecimiento este escrito se lo dedico a:

Irma Aguilar: Por siempre mantener el interés de enseñarle a Erick a nadar, se que toda la pasión que siente por la natación es gracias a ti.

Pilar Arévalo: Por aceptarnos desde el primer día con la sonrisa que solo tú puedes darle a mi hijo, por siempre mantener el interés y las estrategias para que Erick se sienta confiado y libre de expresarse a través de la pintura.

Danna López Canedo: Por siempre hacer un esfuerzo extra por acoplarlo a la escuela, por valorar siempre su potencial y darle las bases del conocimiento y lenguaje que hizo que hoy en día pueda entender mejor su entorno.

Gabriela Berlanga: Por siempre hacerme ver el potencial que tiene mi hijo para aprender y por mantener siempre las puertas abiertas de CATIC para nosotros.

Sheribeth Rodríguez: Por siempre creer en nosotros y enseñarme que las decisiones que uno toma como madre siempre son para bien.

Paola Ortiz y Sensory: Por hacerme ver que Erick si podía acoplarse a una escuela con mucho apoyo, disciplina, paciencia y amor que brindan en sus terapias.

Lorena Espinoza Cerezo: Por hacerme entender que más allá del tiempo que le doy a mi hijo, le estoy dando una identidad.

Al CAM 39: Por abrirnos las puertas con tanto cariño, amor, dedicación, paciencia y disciplina que mi hijo ha recibido para que pueda desarrollarse.

Araceli Frias Ruiz: A mi madre que siempre me ha apoyado aún cuando no está de acuerdo conmigo, gracias por enseñarme el respeto y el amor incondicional de madre.

A mi hijo: Por enseñarme que en esta vida nada tiene límites, que siempre puedo aprender y dar más de mí.

Gracias a mi familia y hermanos por siempre apoyar y amar a mi hijo incondicionalmente, y en conjunto con todas estas personas y todas las personas que han tocado y seguirán tocando la vida de mi hijo, haremos que él pueda desarrollarse en cualquier ámbito de su vida.


130 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo

No te pierdas ningún contenido

bottom of page