“Nos encontramos a través de la bicicleta. Lo siento a través de los pedales, él me habla, se ríe durante todo el viaje. Hay una sensación de equipo. Sacamos lo mejor de cada uno”
Juan Zemborain
Siempre he creído que el ejercicio y la actividad física es importante para mantenerme ecuánime, serena y canalizar el estrés de mi vida de mamá de cuatro. He participado en carreras en las que mi motor ha sido María Fermina e intento inculcar en mis hijos el habito saludable y la disciplina de tener una actividad en donde puedan desarrollarse físicamente, hagan nuevos grupos de amigos y de paso, descarguen también ahí toda su energía. Apuesto a que en un futuro, María Fermina pueda practicar en algún equipo de deporte adaptado y encontrar ahí a sus iguales.
En fin, ideas que me hacen pensar que el deporte y la discapacidad pueden llevarse muy bien si sabemos adecuarlas a las necesidades de cada quién.
Encontré este blog en el cual describen en cierta medida, los beneficios per se que tiene el deporte, las diferentes actividades deportivas y las ventajas que aporta a los niños con TEA (Trastorno de Espectro Autista), mismos que podrían aplicarse a cualquiera de nuestros hijos con cualquier tipo de discapacidad… ¿A ver qué les parece?