Cada uno de nuestros hijos tiene un don, gusto o pasión que habrá que ir descubriendo junto con ellos.
Alguien muy querido me dijo: los niños especiales, tienen dones especiales (special kids, have special gifts), y si.
En una comida tumultuosa perdí de vista a Ana Lucía, cuando iba a buscarla una amiga me dijo que estaba recorriendo la casa viendo los cuadros. Y así me la encontré parada frente a uno muy colorido con la manos atrás y observando detenidamente. ¿Qué te gusta Ana Lucía? -sus caras y las flores. Y avanzó al siguiente.
Fuimos a la clase abierta de ballet de Ana Lucía, yo vi con enorme emoción sus avances, aunque claro que la diferencia de movimientos con el resto de sus compañeras es abismal. Luego vino el baile libre, cuando inició la música, ella se acercó a la miss y le dijo -es el lago de los cisnes de Tchaikovsky. La miss se volvió hacia nosotros y dijo ¿porque sabe tanto de música? La respuesta que no di en ese momento es: porque le gusta, la disfruta y la escucha atentamente, ahora está descubriendo a Mozart y le dedica tiempo y mucha concentración.
Ese es su don, o uno de ellos. Aprecia el arte.
Una de las tareas más complejas y más relevantes que tenemos como padres es descubrir los talentos de nuestros hijos, sus dones. Todos sabemos que hay unos a los que se les dificultan las matemáticas, otros que no son buenos en los deportes, otros que tienen mal equilibrio, lo que no siempre sabemos es para que son buenos, que disfrutan o cual es su verdadero talento. Eso requiere tiempo y observación. Paciencia para avanzar con ellos en el camino de la vida e ir quitando lo que no va con ellos para abrir espacio a lo que si. Nosotros como padres de hijos con necesidades especiales podemos ver (o aceptar) más claramente lo que no pueden hacer ahora y lo que tal vez no puedan hacer nunca, pero igual que a todos los papás, requiere nuestra completa atención encontrar su pasión, aquel motor que los mueve y los motiva. Darnos el tiempo y darles el espacio para fomentar esos gustos.
Lo tienen, nuestros hijos tienen esos dones. En ocasiones su falta de comunicación o la frustración de no poder expresar lo que sienten puede dificultar que nos guíen en el camino de sus gustos, pero hemos aprendido a saber si tienen sed solo con una mirada, de igual manera el gesto de haber encontrado algo que disfrutan nos puede ir abriendo brecha. En mi caso personal encuentro en el arte una manera de compartir con mi hija, veo en ella la atención y disposición que no logramos en otras áreas. La música la transporta a lugares insospechados en los que con toda certeza, baila, vuela y sueña a lo grande. Ahora, creo, habrá que ir eligiendo de manera más certera como se acerque a ésta.
Yo ahora que lo escribo, también me doy cuenta que no se con claridad cual es mi pasión. He disfrutado de mucho y muy diverso, pero hoy por hoy lo que me mueve y entusiasma es ser parte de un grupo de padres que salimos todos los días al mundo a trabajar por una sociedad más sensible que logre acoger a nuestros hijos como lo hemos soñado, con equidad.
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