Se dice que una de cada diez personas que conocemos tiene alguna discapacidad. Con esta cifra tiendo a pensar que mi hija es el 1 de todas las personas a mi rededor, por que pareciera que ella es la única con discapacidad entre mis amigas, ente sus compañeros de clase, entre sus primos, entre los vecinos, etc. Sin embargo los números dicen algo distinto, los casi 6 millones de personas con discapacidad en México, indican que mi hija no puede ser siempre el 1 de las personas que yo conozco.
Además el porcentaje de personas con discapacidad adquirida, es mucho mayor del que cualquiera podemos imaginar. Algunos textos hablan de 60%. Sesenta por ciento de las personas con discapacidad la adquirieron a lo largo de su vida, como resultado de un accidente o de una enfermedad. Y finalmente está la edad, el cuerpo humano tiende a la discapacidad por edad avanzada.
Esto cambia un poco la perspectiva, ¿no?
Y el único motivo para hacer esta reflexión es que, por estar cerca de mi familia, algunas personas han adoptado los términos correctos al referirse a personas con discapacidad, han normalizado la manera en que interactúan con PcD y se han vuelto mas empáticos, y yo se los agradezco con el corazón, sin embargo al ver estas cifras, creo que la sociedad en pleno se los debemos agradecer. Que nadie esta exento y eso lo vuelve un tema relevante para todos.
Como referencia, consideramos que una discapacidad implica la interacción del estado funcional de una persona con su entorno.
El documento rector, cuando de discapacidad se habla es la Convención para los Derechos de las Personas con Discapacidad de la ONU, pero existen un sinnúmero de estudios muy valiosos guiados por otras organizaciones (OMS, Conadis, etc) entre ellos me parece muy comprensible uno elaborados por el Grupo de Washington (The Measurement of Disability Recommendations for the 2010 Round of Censuses). En éste se busca identificar el grado de dificultad que tiene la población ante una serie de actividades consideradas básicas: ver, escuchar, caminar, recordar o concentrarse, cuidado personal y comunicación, y el nivel de la dificultad.
Por ejemplo:
¿Se te dificulta ver aun usando lentes? cada pregunta tiene 4 categorías de respuesta.
No, no se dificulta
Si, algo de dificultad
Si, mucha dificultad
No lo puedo hacer.
Aplicando esta metodología a los demás rubros, ¿se te dificulta caminar o subir escaleras? ¿Tiene usted dificultad con el autocuidado para bañarse o vestirse? Etc., podemos identificarnos en ella y a lo mejor esto nos hace mas fácil, ser incluyentes en el trabajo, respetar los lugares de estacionamiento, y reconocer las capacidades de los demás, y ser mas empáticos.