El Grupo de Apoyo para Mamás de Hijos con Necesidades Especiales es un foro en donde las mamás -y una vez al bimestre también los papás- compartimos una situación similar, hablamos de nuestras emociones y sentimientos.
Intercambiamos experiencias y nos brindamos apoyo mutuo; conciencia del reto que representa la discapacidad en nuestras vidas, aprendemos a atender nuestras propias necesidades y comenzamos a cuidar de nosotros mismos. También nos proporciona la satisfacción que resulta de compartir y ayudar a otros, y descubrimos que no estamos solos.
El propósito de nuestro Grupo de Apoyo es proporcionar apoyo a sus integrantes y de esta manera permitirles sobrellevar mejor los retos, dificultades y oportunidades que nos presenta la discapacidad, porque en PHINE estamos convencidos que no sólo es posible vivir con la discapacidad de nuestros hijos, sino que SÍ es posible vivir plena y felizmente, través de:
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Compartir sentimientos y experiencias.
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Aprender más acerca de la discapacidad y el cuidado que implica, ofreciéndole la oportunidad de hablar sobre los problemas que le afectan o las decisiones que tenemos que tomar.
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Escuchar a otros para compartir sentimientos y experiencias similares.
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Ayudar a otros, intercambiar ideas, información y brindar apoyo.
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Aprender a resolver problemas.
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Ofrecer al cuidador -en este caso, como madres y padres- un descanso y una oportunidad de salir de la casa.
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Fomentar el cuidado personal, salvaguardando así nuestra salud y bienestar.
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Saber que no somos los únicos y por lo tanto, no estamos solos.
Un grupo de apoyo no puede resolver todos los problemas, ni puede reemplazar los servicios de los profesionales de la salud. Es importante saber que los grupos de autoayuda no son grupos de psicoterapia y suelen funcionar sin una orientación profesional. Hay personas que tienen la necesidad especial de recurrir a una psicoterapia individual o grupal, de preferencia con un profesional que conozca la discapacidad de manera profunda.
Finalmente, un grupo de autoayuda, como nuestro Grupo de Apoyo, te permite:
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Intercambiar técnicas para cuidar y resolver problemas.
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Aprender a verbalizar y a pedir ayuda.
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Aprender más sobre la discapacidad a partir de la experiencia personal, la espontaneidad, la intuición y el sentido común, entendido éste como la capacidad para resolver problemas.
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Descubrir los recursos personales.
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Mantener o incrementar los sentimientos de autoestima que permiten tener más control sobre la propia vida.
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El desarrollo de actitudes nuevas y más positivas.
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El poder encontrar nuevas relaciones.
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Sentirse menos desvalidos.
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Dar y recibir apoyo mutuo.
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Contar con un espacio de franqueza y confidencialidad, en donde uno puede expresarse con libertad absoluta sin ser juzgado ni criticado.
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Encontrar esperanza al ver que otros han podido con la difícil tarea de salir adelante.
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Reforzar el valor y el apoyo moral.
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Comprender mejor la propia experiencia.