Dicen que las mamás y los papás tenemos un sexto sentido con respecto a nuestros hijos, por el cual algunas veces nos dejamos llevar a pesar de lo que los médicos digan y en muchas ocasiones es correcto.
También podemos hacer conjeturas, que por muy locas que parezcan, en algunos casos también son correctas y fue justo eso lo que nos sucedió.
Mi esposo y yo decimos que el estado ideal de nuestro hijo es estar de viaje porque es cuando duerme mucho mejor a lo habitual, está muy relajado, contento y no tiene crisis epilépticas.
Y las pasadas vacaciones decembrinas no fueron la excepción, fueron 20 días de dormir bien, estar relajado y sin tener ni una crisis, sin embargo, al día siguiente que llegamos a casa en Ciudad de México, regresaron las crisis, la espasticidad y las malas noches.
Mi esposo y yo tratábamos de entender la razón de este patrón y lo único que encontramos era que estábamos fuera de rutina y que nuestras vacaciones siempre son al nivel del mar, pero nos parecía absurda esta explicación, sobre todo con la disminución de las crisis.
Días después tuvimos cita con el neurólogo a quien le comentamos esto que sucede en las vacaciones, y lo que nos contestó es que efectivamente está comprobado que la altura es un factor muy importante ya que al nivel del mar la oxigenación es mucho mayor y eso favorece a la disminución de crisis y al sueño.
Con esto puedo concluir que por más absurda que parezca una conjetura o idea, puede ser cierta, hay que estar muy atentos a nuestros hijos y hacerle caso a ese sexto sentido.