Estaba sentado temblando en una de las playas mas calientitas de México. Tenía una sensación fría de miedo, tensión y enojo. Ellos se acercaron y dijeron “que niño mas raro”. En sus ojos se veía agresividad y discriminación. Yo no podía entender porque, ya que él y yo nacimos al mismo tiempo y de la misma familia. Después sin dudarlo hablaron otra vez. “¿Qué la pasa?”
Yo tenía 11 años al momento del incidente de la playa, cuando terminé de explicarles que mi hermano gemelo tiene parálisis cerebral y que es lo que pasa con esta condición, pensé que ellos se sentirían de igual manera que yo. Pero en lugar de eso, comenzaron a reírse. En ese momento yo no entendía muy bien como interpretar la discriminación y la exclusión, pero si puede reconocer lo que me hacia sentir.
Tuve esa misma sensación, antes de un partidos de futbol en a preparatoria. Mi equipo iba entrando al campo, cuando un guardia de seguridad detuvo a Ricardo, nuestro entrenador, y le dijo “Tu no puedes entrar por aquí, debes usar la puerta trasera” Aunque Ricardo traía el uniforme como el resto del equipo, tiene facciones indígenas. Cuando a él lo detuvieron supe exactamente lo que estaba pasando, yo estaba de vuelta temblando en esa playa.
He aprendido mucho de mi hermano, he aprendido de respeto. Muchas personas esperan que yo sea un buen hermano que cuide de él. Yo estoy en desacuerdo con esa idea. En mi opinión ser un buen hermano no se basa solo en físicamente cuidarlo, sino en tener empatía y entendimiento de sus sentimientos. Mi hermano aprende de mi y yo aprendí a aprender de él. Tal vez la principal lección que mi hermano me ha enseñado ha sido a reinterpretar el paradigma del respeto.
Algunas personas piensan que las clases sociales deben respetarse, especialmente en México, un país con inequidad históricamente arraigada. Esta es la razón por la cual el guardia detuvo a mi entrenador. Afortunadamente yo ya estaba preparado, por lo que he aprendido de mi hermano, y le dije al guardia que todo el equipo iríamos por la puerta trasera.
Es irónico que alguien de quien se esperaba que yo cuidara, me enseñó, que lo que los mexicanos consideran respetuoso hablando de clases sociales, es en realidad bastante falto de respeto. Por esa razón el respeto es mi principal interés como emprendedor. Hay veces que es difícil encontrar el punto de convergencia entre los negocios y las justicia social, pero yo si veo la compatibilidad de ambos mundos. Pienso que las ganancias tienen muchas facetas y considero a los procesos tan relevantes como a los resultados. Estoy emocionado de iniciar la universidad con apertura de mente de aprender de personas diferentes y situaciones diversas, especialmente de las inesperadas. Estoy seguro que seguir cuestionándome el significado del respeto me ayudara a encontrar una intersección entre los buenos negocios y la justicia social.