Este mes de noviembre se celebró El Día Mundial del Prematuro, y me parece importante difundirlo ya que la prematurez es una de las principales causas de lesiones neurológicas y discapacidad. Es un problema de salud que mucho disminuiría sensibilizando, informando y creando conciencia de sus principales implicaciones.
Cuando supe que Marcelo sería prematuro, nunca imaginé lo que esto significaría. Pensaba que sólo sería cuestión de darle tiempo para crecer y madurar fuera de mi panza. La mayor preocupación y temor en ese momento era que no regresaría a casa con mi bebé y que tendría que esperar 3 semanas para que esto sucediera -eso dijo el doctor-, al final se convirtieron en 3 meses.
El hubiera no existe, todo sucede de la forma en la que tiene que suceder, hoy agradezco y bendigo la vida de Marcelo y cada uno de los días, horas y minutos de su historia, a pesar de los retos y de los dolores -y estoy segura que Marcelo lo siente y vive de la misma manera-. Sin embargo, las experiencias, propias y de otros, no tienen ningún valor si no tomamos la enseñanza y aprendizaje para transformar otras vidas y hacer mejores historias de tantos bebés y familias.
Entonces, me siento con la responsabilidad de compartir, además de nuestra historia, información de utilidad para hacer conciencia en los próximos padres de familia y en los profesionales de la necesidad urgente de disminuir, en la medida de lo posible, tantos nacimientos prematuros y, ya en el caso, mejorar las prácticas y tratamientos de los prematuros y sus padres.
Prácticas que previenen un parto prematuro
Dejando fuera situaciones médicas o accidentales inevitables o imprevisibles, existen prácticas cotidianas que las madres pueden realizar para prevenir un parto prematuro, bajo consulta y control siempre del médico -todas ellas de nuestro conocimiento, sin embargo, es común aplicar el “a mí no me va a pasar”, “es sólo una vez y ya”:
Dejar de fumar
No consumir alcohol
Controlar el peso, evitando un aumento excesivo, pero también una extrema delgadez -lo cual ya es una tendencia-
Cuidar la alimentación -lo que no significa no comer o dejar de consumir ciertos alimentos, sino “comer bien-
Cuidar la higiene bucal -una infección bucal, al pasar a torrente sanguíneo, puede ser causa de parto prematuro-
Prevenir y tratar las infecciones urinarias
Hacer algo de ejercicio
Corregir la anemia o tomar alimentos ricos en omega 3
Respetar y promover el proceso y tiempo natural del embarazo, no querer adelantar el nacimiento por ningún motivo -“ya estoy incómoda”, “prefiero que nazca en ésta fecha”, “mi médico sale de vacaciones”-
Cuidados del bebé prematuro en la UCIN
Los cuidados en los primeros días de nacimiento del bebé prematuro son fundamentales para lograr un desarrollo favorable, físico, neurólogo y emocional, tanto del bebé como de los padres. Aquí te comparto algunos cuidados básicos de los que hay que estar pendientes, médicos, personal de salud y padres de familia.
Algunos cuidados médicos básicos según las condiciones del bebé:
Sistemas de monitoreo y alarmas
Asistencia respiratoria
Método adecuado de alimentación
Permanencia en la incubadora
Luz azul para el tratamiento de la ictericia
Cuidados propios de las madres y padres, fundamentales y de igual relevancia que los cuidados médicos, que si bien en ese momento no tenemos conciencia de ellos, sí debemos pedir -exigir- a los profesionales que nos orienten y nos permitan llevarlos a cabo:
Método Canguro: técnica en la que el bebé prematuro se coloca en posición vertical sobre el pecho desnudo de su madre -y también del padre- lo que permite el contacto panza a panza que posiciona el bebé entre los pechos de la madre. La cabeza del bebé se gira de una manera que su oído se coloca por encima del corazón de la madre. Estudios han demostrado que la práctica de este método ofrece beneficios significativos, tales como, aumento en la temperatura corporal del bebé, facilita la baja de la leche de la madre y promueve la lactancia materna, favorece el aumento de peso al promover un sueño profundo del bebé, lo que permite que la energía se enfoque en otras fuciones corporales; y la más importante, favorece la creación del vínculo madre-hijo, indispensable para promover un adecuado desarrollo del bebé.
Lactancia materna: ya sea que se alimente vía sonda, o sea posible hacerlo de forma natural.
Tocar al bebé tanto como sea posible.
Hablar con el bebé: el bebé puede reconocer la voz de la madre y ser consolado. Además de hablar, se puede leer o cantar al bebé.
Cambiar el pañal de su bebé.
Participar en el primer baño del bebé.
Tomar la temperatura del bebé.
Es cierto, cuando estamos a la espera de nuestro bebé, en medio de la inmensa felicidad y de los más grande temores, lo que menos queremos es pensar que algo podría complicarse o salir mal. Lo que yo quisiera decirte hoy, es que estar informados y conscientes acerca de una realidad de la cual no estamos exentos, nos empodera y nos da más herramientas para prevenir y actuar de la mejor forma posible en favor de nuestros bebés, de nosotras mismas y de toda la familia.