Ya antes hemos platicado acerca de los inconvenientes de dar medicamentos a nuestros hijos, regulares o con discapacidad, es igual.
Cada vez que se avecina un simple resfriado, para muchas mamás de hijos con necesidades especiales, significa abrir, de nuevo, la caja de remedios y medicinas para sobrellevar los síntomas y efectos de la enfermedad, y esperamos con todo nuestro corazón que la situación se pueda controlar de inmediato antes de llenar a nuestras “criaturas” de más y más químicos y sustancias nocivas para su salud -porque sí o no que cada vez que les damos un medicamento, se componen de una cosa pero se enferman de otra, convirtiéndose en un callejón sin salida.
Pues hace unos días, tuve la oportunidad de conocer a una mujer maravillosa, Tony, religiosa, oaxaqueña, que dedica su vida a ir a las comunidades más necesitadas de su región a ofrecer terapias alternativas y remedios naturales a los enfermos, niños y ancianos. Entre muchas lecciones y enseñanzas que me dejó Tony, está este simple remedio y antibiótico natural para aplicar con mi hijo y con cualquier persona que lo requiera.
Aquí se los comparto:
– Jugo de 10 limones – Un cuarto de cebolla morada – Un diente de ajo
Licuar todo, colar y agregar miel. Tomar una cucharadita cada hora, durante 3 días.
A modo de prevención, se puede tomar la misma dosis los mismos 3 días, en cada cambio de estación, así reforzamos las defensas.
Es importante tenerlo bien tapado, a temperatura ambiente; dura un día, aproximadamente.
Ojalá encuentren esta receta de utilidad.
IMPORTANTE: Esta sugerencia de ninguna manera significa dejar de consultar al médico, sólo se trata de una alternativa más ante enfermedades y dolencias que van de leves a moderadas.